“Sean luchones, no se dejen; sean tercos, tenemos que ir por esas metas a donde queremos llegar. Cuándo somos jóvenes determinamos en ese lapso de tiempo, sueños y anhelos sobre lo que queremos ser de grandes; aquí apenas inicia el trabajo que van a prestar a la sociedad y a la nación; hoy les aconsejo que determinen objetivos y que cada 5 años los fijen nuevamente porque vamos cambiando, somos evolutivos, siempre rompan barreras”, les recomendó. Y en el marco de esta ceremonia graduación presidida por la directora del Instituto Nacional de México, Ana Isabel Lerma González, el Presidente Municipal convocó a los presentes a realizar una gran cruzada de unificación de todos los matamorenses, “Matamoros está transitando por situaciones difíciles pero no imposibles de cambiar, necesitamos hacer bien las cosas. Quiero decirles que vienen muchos apoyos para Matamoros a partir del próximo año, y con ellos, relanzaremos al nuevo Matamoros; vamos a recobrar la confianza haciendo bien las cosas, conozco mi población y no les voy a fallar; cuando termine de gobernar quiero verlos de frente a los ojos, no quiero que me señalen que fui un bandido, un ratero, un sinvergüenza” afirmó. Esto lo digo porque mis ancestros han dejado muchas cosas aquí en Matamoros, mi bisabuelo fue Presidente municipal; mi abuelo fue Presidente de la Junta Federal de Mejoras Materiales; el capitán Procopio Guerra, familiar de mis abuelos y Leónides Guerra también fue mi familiar. Traigo una carga muy fuerte en la espalda por lo que tengo que sentirme muy orgulloso de ellos, pero yo tengo un gran compromiso y ese compromiso se llama Matamoros, concluyó.