“Ustedes son mujeres triunfadoras, emprendedoras, luchonas, mujeres de éxito que reciben un documento que acredita lo que han aprendido a base de esfuerzo pero que tiene validez oficial; pueden sentirse orgullosas de su diploma que hace constar que están aptas para emprender un negocio propio o para trabajar por su cuenta al tener herramientas para lograrlo”, dijo. Aseguró que el siguiente reto será buscar las oportunidades que no llegan solas a la casa por lo que así como se integraron a los talleres que se impartieron a través de los CEDIF en el CECATI deben seguir con ánimo, dedicación y pasión. Julia Yolanda Ríos Cano, jefa del área de capacitación del CECATI, felicitó a las alumnas por llegar a la meta de su preparación y las exhorta a las a que continúen la especialidad que hayan elegido ya que son herramientas que les ayudaran económicamente a las familias. “Reciben un documento oficial de la SEP que expide una institución federal como es el CECATI 177 por lo que la certificación es documento con validez en México y Estados Unidos, presuman su documento y a seguir capacitándose en el DIF”, expresó. En representación de sus compañeras se les hizo entrega del certificado del curso de belleza a Adela Sosa Vigil, Rosa María Cruz Martínez, y Miriam Rivera Rodríguez; del taller de cocina y repostería Claudia Ugalde Silva, Martha Olivia Zamora Cruz y Dolores Silguero Zúñiga. Del curso de corte y confección recibieron Sonia Elizabeth Gavia Rodríguez, María Elizabeth Sosa Zamora, Keila Virginia Molina García y en manualidades María Soledad de la Cruz Andrade, María Estela Vázquez y Francisca Briseño Olivares. Cabe mencionar que los conocimientos adquiridos permiten a las alumnas emprender su propio negocio ya que quien estudió belleza puede poner un salón de belleza o trabajar en uno, igual la que se egresa de cocina puede vender pasteles, empanadas, o platillos; las que aprendieron Bisuteria vender collares, pulseras o dar clases; en el caso de manualidades pueden elaborar arreglos para el hogar, oficina o arreglos que se venden todo el año, teniendo la misma oportunidad las que estudiaron corte y confección al estar aptas para hacer costuras en su propia casa o poner un taller de costuras, permitiendo con ello el autoempleo.